De por qué escribir.

Desde que era chica - no me acuerdo exactamente qué edad - me gustó escribir, disfrutaba los dictados en clase, aprender palabras nuevas, escribir por el simple placer de tener un lápiz o lapicera en la mano e ir dejando líneas sobre una superficie de papelLamentablemente la prolijidad en mi trazo no es excelente y la escritura virtual tampoco ayudó mucho a mi caligrafía. Tal vez eso hace que envidie un poco a las personas que escriben "lindo", con una letra que parecen dibujitos, como líneas que bailan en el papel y que nadie duda si es una r o una n.Recuerdo haber tenido diarios íntimos, y generalmente escribía hasta que empezaba a aburrirme o sentía que repetía siempre lo mismo. Al tiempo cuando los encontraba, me moría de vergüenza y me sentía bastante pelotuda por las cosas que había escrito. Más o menos como ahora, solamente que no lo publicaba en ningún lado. En algún momento, antes de empezar la adolescencia y toda esa cuestión de sufrir, sentirse incomprendido y no entender nada, encontré en la escritura, una suerte de alivio, lo que hizo que la tomara como un escape necesario, casi obligado para poder traducir en palabras todo lo que sentía que procesaba por dentro.No sé por qué publico algunas de las cosas que escribo. Tal vez tenga que ver con que en algún momento del 2005 me hice un blog y empecé a indagar este mundito nuevo y era más sencillo comunicarme con gente desconocida, sin siquiera hablar.Tuve la necesidad de borrar todo lo que escribí durante 5 años en el blog. Resultó mucho más sencillo hacer clic en los casilleros y mandar todo al tachito de basura. Ojalá fuera así de fácil con los recuerdos alojados en la memoria, que nos suelen jugar malas pasadas, manteniéndose latentes todos aquellos que necesitás eliminar para que de alguna forma te permitan avanzar.En el fondo, lo único que sirve más allá de desaparecer esa conjunción de palabras, es quedarse con lo lindo, perdonarse por lo que uno puede considerar "errores" y seguir hacia adelante, porque sino en el momento en que menos te lo esperás los recuerdos te cagan a trompadas y te dejan sin dormir como diciendo "mirá que estamos acá". De chica pensaba que cuando fuera "grande" iba a dedicarme a escribir libros, no sé bien cuál era mi fantasía pero me parecía que llegar a "escribir un libro" era gente enorme, que lograba trascender de alguna forma especial y así burlar las barreras del tiempo-espacio, volviéndose un poco menos finitos.Dejé de escribir hace mucho tiempo porque no sentía la suficiente motivación para hacerlo y de a poco vi cómo se me moría el alma. Sí, suena exagerado y todo lo que quieras pero a mi entender, hay ciertas actividades que son liberadoras y te renuevan como ser humano. Me pasa cuando escucho un disco que me haga sentir "eso" y haga que me quede cantando una estrofa o tarareando esa melodía.Por esto vuelvo, porque en algún momento llegué a la conclusión de  bloguear como forma de terapia como una alternativa viable a la vorágine del día a día y porque a veces está bueno hacer cosas que nos hacen bien, ¿no?:)